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FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA EDUCACIÓN |
Por Lilia B. Navarro Fragoso Edgar Faure señala que la educación
es el proceso cultural que busca la eclosión y el desarrollo de todas las
virtualidades del ser y su sociedad. (Suárez, 1999) Esta definición de educación se
manifiesta en nuestra Constitución, específicamente en el Articulo
tercero, el cual señala como objetivo el "desarrollar armónicamente
todas las facultades del ser humano". A pesar del tiempo transcurrido
desde su imposición sabemos que, en la practica, no hemos encontrado la fórmula
que nos diga cómo aterrizar esta intención en planes, programas,
metodologías y estrategias instruccionales. El problema inicia desde la
definición del desarrollo armónico, así que cada corriente, cada
paradigma da su propia interpretación. Desde un punto de vista personal,
cuando se habla de desarrollo armónico o integral considero que se debe
partir de las facultades del ser humano: inteligencia, voluntad y
sensibilidad; lo cual se logra trabajando
los cuatro aprendizajes elementales, aprender a ser, aprender a
hacer, aprender a aprender y aprender a convivir. Una vez clarificado el
concepto, se deben incluir en la currícula programas y estrategias que
permitan que cada una de estas facultades crezcan de acuerdo a la edad y
condición personal, cuidando que el desarrollo sea realmente armónico y
no privilegiando ninguna de ellas. Pero, ¿Qué han propuesto a lo
largo de la historia de la filosofía los autores que han influido en la
educación? Durante el periodo clásico griego
(S. V y IV a C.) Atenas es la
ciudad más importante y en ella se sintetiza el tránsito del mito a la
razón. En esta época surge el movimiento cultural de los sofistas, los
cuales eran auténticos profesores itinerantes. Su nombre, que se puede
traducir como el que hace sabios a los otros, demuestra su interés
principal, sobre todo en la época del humanismo sofistico: el hombre, la
sociedad y sus problemas. Para estos primeros profesores
"formales" el valor más importante es el raciocinio y la
libertad mental, por lo que se dedican al desarrollo de la critica a la
luz de la razón pura, ya que pretenden liberar a los hombres de todo
prejuicio. En general, los sofistas, a pesar
de las desviaciones que tuvieron en el ejercicio de su profesión,
buscaban formar personalidades completas y abrir las mentes a todos los
conocimientos de su tiempo; tanto su idea de hombre culto que incluye lo
mismo ciencias que artes, y su metodología: conferencias y debates sobre
temas fijos e improvisados, mas lecturas y comentarios de textos poéticos,
están siendo utilizados en las universidades y deben ser reconsiderados
en la educación actual. Su trinidad pedagógica de:
naturaleza, conocimiento y ejercicio ha sido y es aceptada por la tradición
clásica y humanista. Contra la perversión sofística
que degeneró en extremos vergonzantes, reaccionó Sócrates (470ª 469ª
C.) el cual es la figura de mayor influencia para el binomio enseñanza
aprendizaje y un símbolo de la búsqueda libre, infatigable y valerosa. Sócrates se apropia del "Conócete
a ti mismo" lo que habla de la importancia que da a la interiorización
para conocer los propios limites y la propia ignorancia. Su acción educativa es un proceso
de dos pasos: la ironía y la mayéutica (ayudar a dar a luz la verdad) la
cual llevó a iniciar el método inductivo, actualmente sugerido como una
estrategia para el desarrollo de las inferencias, básicas en las
habilidades del pensamiento. Aunque su campo de acción fue casi
exclusivamente la ciencia de la moral, él utiliza su vida en tratar de
enseñar cómo resolver los problemas del hombre con un concepto holístico,
ya que su procedimiento ayuda al desarrollo de la inteligencia - método
inductivo- la voluntad - autorregulación - y la
sensibilidad- conceptos vividos sobre la moral y la virtud. La escuela, del griego scholé-ocio,
era totalmente elitista, ya que sólo podían asistir los que tenían
holgura, es decir el tiempo para cultivarse desinteresadamente. Sin
embargo, es importante señalar el concepto de hombre que está implícito
al unir el desarrollo del cuerpo con el del intelecto. Es indudable que nuestro concepto
de escuela está muy influenciado por la concepción griega; aunque con el
paso del tiempo ésta fue adquiriendo características dependiendo de la
etapa cultural en la que se inserta, ya que depende de los fundamentos y
objetivos de la escuela. Del S. I al V de nuestra era, la
escuela siguió con las disciplinas tradicionales griegas, al mismo tiempo
que el Cristianismo empezó a marcar su influencia creciente. Al concepto
del hombre que ama a su enemigo corresponde el ideal pedagógico de las
parábolas y la fundación de escuelas religiosas, aunque las paganas
siguen existiendo. En los siglos VII y VIII la cultura
se reduce casi a cero. Sólo la manejan los clérigos, los que a su vez,
fundan escuelas monásticas, parroquiales y catedralicias; éstas últimas
empiezan a extender diplomas de estudios y dan origen a las universidades.
La mayor parte de la población no tiene acceso a estas escuelas, así que
la sociedad medieval, como todas, crea las escuelas que necesita: una
artesanal y una caballeresca: ésta desarrolla una severa disciplina
moral, gentileza de modales y sentimientos refinados. A finales del S. XV, Europa cuenta
con mas de 75 universidades, donde se resume el conocimiento científico e
intelectual, con libertad de pensamiento. La Escolástica es una característica
importante de la educación durante la Edad Media, ello demuestra la
primacía que se otorgaba a la espiritualidad y a su compañera: la fe.
Cuando ya no se pueden conciliar la fe y la razón, se da paso al
Renacimiento. La Iglesia es un elemento decisorio
durante la Edad Media, pero los humanistas se sentían atraídos por la
clasicidad griega y latina. El concepto de hombre se modifica, la
corporeidad humana ya no tiene que esconderse y se regresa al valor
fundamental para los griegos: la razón. Dentro del Renacimiento, los
humanistas regresan a los ideales de paz, justicia, dignidad personal y
ciudadano libre. También, revaloran el placer, simplifican las materias
escolares y proponen relacionarlas con la vida real. Otras aportaciones
muy importantes, que actualmente empiezan a valorarse, son la gradualidad
dependiendo del desarrollo psicológico y la consideración de que junto
con el intelecto se tome en cuenta al corazón. Cuando Erasmo (S. XVI) propone
evitar castigos corporales y preocuparse por los resultados a largo plazo
y no por los inmediatos, esta iniciando, por lo menos teóricamente, la
"escuela nueva". Durante el Renacimiento (S. XVI y
XVII) la educación siguió siendo elitista, pero en este ambiente libre
se educan "los ilustrados". La Ilustración (S. XVIII) produjo
reformas en el campo educativo: escuelas públicas, libros de texto
estatales; se incluyen nuevas materias. Se declara el fin social de la
educación y que a su fin es la felicidad; para lograrlo cada persona debe
estudiar de acuerdo a sus aptitudes. Con base en esta propuesta se
organizan dos tipos de escuela: para actividades manuales y para la clase
intelectual, donde florece la tradición científico experimental de
Galileo. La reacción contra la Ilustración
es el Positivismo, el cual es parte del Romanticismo de la primera mitad
del S. XIX. Éste se divide en Social y Evolucionista. Los dos creen
encontrar en la ciencia la garantía infalible de su propio destino. La
ciencia se convierte en religión, cuyo concepto fundamental es la
Humanidad. La escuela, máximo factor de progreso social, defiende la
libertad, la igualdad de sexos y el progreso social. A fines del Siglo XIX y principio
del XX se registro un vasto movimiento de renovación pedagógica que van
desde el anarquismo pedagógico de Tolstoi, a las escuelas nuevas basadas
en la libertad, el interés, el trabajo pedagógico, la estimulación de
la individualidad y, al mismo tiempo, de la responsabilidad y de la comunidad
democrática. Los representantes más sobresalientes son: María
Montessori y Piaget. También destacan las escuelas de
filosofía de la acción: el Pragmatismo y el Instrumentalismo. Estas
subordinan el conocimiento a
la acción y reconocen en la acción (voluntad) el fundamento de la verdad
y en general de todos los valores. Aunque en Europa son aceptados, donde
ganan más adeptos es en el mundo anglosajón. Junto a la filosofía de la acción,
surgen la filosofía de la ciencia y el Neopositivismo, los cuales fueron
posibles gracias al desarrollo de las Matemáticas, las Ciencias
naturales, la lógica, la Semiótica y la Lingüística. En general,
parten de que la ciencia es el único conocimiento posible de la realidad. También, ya en el Siglo XX surgen
corrientes como el Fenomenologismo y el Existencialismo, que quieren
convertir a la filosofía en ciencia rigurosa y contemplativa. En Estados Unidos de América, John
Dewey (1859-1952) es la mayor influencia en la praxis educativa con su
aspiración de fundar un nuevo humanismo que abrace los valores de la
ciencia y la técnica. En Europa, la Pedagogía social, la
Pedagogía popular y la Escuela soviética tienen posiciones sobre la
socialización como esencia de la educación. Las propuestas que se han hecho a
lo largo de la historia, aunque han tardado mucho para abarcar campos
importantes de población escolar, han ido modificando la educación;
independientemente de quien la imparta, el problema ha sido, y sigue
siendo, que como actividad social se reflejan en ella las formas de pensar
predominantes de una época. Actualmente, se manifiesta una
vuelta al Humanismo y a la personalización por lo que la tarea actual del
docente es entender que su materia prima es el ser humano, por lo que
cualquier error que se comenta va a repercutir en forma permanente en el
educando, ya que hay pocas posibilidades de corregir. De ahí, la gran responsabilidad y
compromiso que tenemos todos los que trabajamos en Educación de estar
actualizados y capacitados en todas las áreas que inciden en el proceso
enseñanza aprendizaje; así como estar conscientes de que en este mundo globalizado y tecnologicalizado es
de vital importancia, individual y socialmente, que la educación
ayude a formar seres humanos con conocimientos, habilidades, actitudes y
destrezas, que estén emocionalmente sanos y dispuestos a enfrentar los
retos que les depare el porvenir. BIBLIOGRAFÍA Suárez,
Reynaldo (1999). La Educación. México: Trillas. RESEÑA La Lic. Lilia Beatriz Navarro F., es Licenciada en Letras y Mtra. en Tecnología Educativa por el Instituo Latinoamericano para la Comunicación Educativa.
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